122.000 alumnos de Bachillerato y FP
cursaron sus estudios sin acudir a clase
La llegada de las TIC y la innovación tecnológica han supuesto muchos cambios, y especialmente en la educación. Gracias a la digitalización han aparecido nuevas formas de cursar un grado, posgrado o máster. Así pues, ya no solo nos enfrentamos al reto de decidir dónde cursar nuestra titulación, sino también al de elegir cómo queremos cursarla: presencial u online.
Ya no solo nos enfrentamos al reto de decidir dónde cursar nuestra titulación, sino también al de elegir cómo queremos cursarla: presencial u online
La formación online tiene mucho éxito en España, y no solo en lo que se refiere a estudios universitarios, sino también a formación profesional y bachillerato. Según datos del Ministerio de Educación, 122.000 alumnos estudiaron bachillerato y formación profesional sin acudir a clase, y más de 300.000 estudiantes se matricularon en las universidades españolas para cursar online un grado, máster oficial o doctorado durante el curso 2016-2017.
122.000 alumnos estudiaron bachillerato y formación profesional sin acudir a clase, y más de 300.000 estudiantes se matricularon en las universidades españolas para cursar su titulación online
Seguramente te estés preguntando cuál es la mejor opción. Antes de responder a tu pregunta, déjame decirte que, en realidad, ambas modalidades presentan ventajas y desventajas, por eso es importante conocer lo que nos ofrece cada modalidad para poder escoger la que más se adecúe a nuestra situación y a nuestras necesidades.
La formación presencial es la típica de toda la vida, en la que los estudiantes asisten a clase en un horario y lugar determinados. En ella, el profesor actúa como transmisor de conocimientos y el estudiante en las clases más teóricas es un ente pasivo.
Lo más beneficioso de esta modalidad es la posibilidad de crear lazos sociales (de amistad y compañerismo) que ayudan a crear un clima de estudio que te motiva. Las clases presenciales están recomendadas para personas con poca capacidad de organización, ya que en ellas dispones de un profesor que te facilita el seguimiento y que puede responder tus dudas al instante. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en la formación presencial el coste suele ser más elevado, y no solo por la matrícula, sino también por los gastos de desplazamiento y el material que te piden.
Las clases presenciales están recomendadas para personas con poca capacidad de organización
En la formación presencial el coste suele ser más elevado
A diferencia, la formación online consiste en cursar una titulación o un curso a distancia, es decir, accediendo a las clases y al material desde el espacio virtual. Eso significa que la persona que opte a esta modalidad aprende desde su casa o desde cualquier otro lugar, sin necesidad de desplazarse. Esta flexibilidad es la característica más destacada de las clases online, ya que te permite combinar el trabajo u otras actividades con el estudio. Además, los cursos y las titulaciones online resultan atractivos porque te permiten cursar el grado o máster que quieras y donde quieras, sin tener en cuenta las limitaciones del espacio y del tiempo. O sea, ¿puedo cursar mi máster en Oxford, Harvard o Cambridge desde mi casa de los Pirineos? Sí, puedes, siempre y cuando tu máster esté en modalidad online y te admitan en ella.
La flexibilidad es la característica más destacada de la modalidad online
Además, los grados, posgrados, másteres o cursos online normalmente suelen ser más baratos. El único material que necesitas es un ordenador e internet para poder acceder a los archivos digitalizados, y el ritmo de aprendizaje lo marcas tú, no el profesor.
No obstante, optar por la modalidad online requiere disciplina y organización para poder aprovechar el tiempo al máximo y rendir de forma adecuada. También se necesita una alta dosis de voluntad para poder cumplir con los plazos que te has impuesto a ti mismo, y no quedarse atrás en la formación.
Asimismo, en las clases online se echa muchísimo de menos la socialización con los compañeros, puesto que en la mayoría de casos solo interactúas con ellos de manera virtual, ya sea en los foros de debate o en los grupos de clase. Lo mismo pasa con la relación con el o los profesores: en las clases online solo puedes contactar con el profesorado por correo, lo que hace que se pierda la calidez en la conversación.
En resumen, tanto la modalidad presencial como la online tienen ventajas y desventajas, por eso es recomendable valorar nuestra situación, capacidades y tiempo para escoger la opción que se adecúa mejor a nuestra vida.
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