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Comunicación no verbal

Clave para triunfar en las entrevistas de trabajo

Según el psicólogo alemán Albert Mehrabian, cuando se comunican dos personas, el 93 % del mensaje se transmite a través de la comunicación no verbal. La universalmente conocida regla de Mehrabian asegura que, en una conversación, solo el 7 % de lo que recibe nuestro interlocutor proviene de las palabras.

El 93 % de la comunicación es no verbal

Así pues, el lenguaje corporal puede revelar más información de lo que expresamos con palabras. Está fuertemente vinculado con la parte emocional, intuitiva e instintiva de nuestro cerebro, y se desarrolla principalmente en el plano inconsciente, por eso, sin darnos cuenta, nuestro cuerpo va transmitiendo constantemente información sensible sobre nuestras intenciones, nuestros sentimientos y nuestra personalidad. Incluso cuando estamos quietos o en silencio, los gestos, las posturas, las expresiones faciales y la apariencia hablan por nosotros.

El lenguaje no verbal es inconsciente

No obstante, a pesar de que la comunicación no verbal es inconsciente, no es un lenguaje que no se pueda interiorizar o del cual no podamos llegar a ser conscientes. Esta conducta se aprende con la práctica, solo es cuestión de concentrarse y de focalizar la atención en los principales canales del lenguaje corporal, sincronizando y adecuando nuestros gestos al mensaje verbal que estamos transmitiendo.

Son múltiples los momentos de la vida en los que deseamos ser conscientes de nuestro lenguaje corporal, ya sea para convencer, seducir o simplemente proyectar la imagen que deseamos que los otros vean, y uno de esos momentos es en la entrevista de trabajo.

En una época en que es frecuente cambiar de empleo, en que los contratos son cada vez más cortos y temporales, y en que la competitividad en el mercado laboral va aumentando día tras día, se hace imprescindible dominar la comunicación (verbal y no verbal) para lograr ser seleccionado entre miles de candidatos.

El amplio abanico de gestos existente en el mundo es incontable y dominarlos todos resulta imposible, por eso, a continuación, os dejamos una serie de consejos a tener en cuenta a la hora de prepararse para una entrevista de trabajo.

 

Decálogo de comunicación no verbal para entrevistas de trabajo

  • Conócete a ti mismo: a menudo no tenemos mucha información sobre nosotros mismos, bien porque no nos hemos parado a reflexionar sobre ello o porque no nos hemos autoanalizado, y la información es poder, por tanto, la primera cosa que te puede dar ventaja en un proceso de selección es tomar conciencia de tus cualidades, y ser capaz de relacionarlas con el proyecto del que deseas formar parte.
  • Acepta los nervios: estar nervioso es un sentimiento normal y una conducta totalmente natural, humana y lógica ante la posibilidad de obtener un nuevo empleo o un ascenso. Así pues, olvídate de ellos, déjalos en segundo plano; no gastes fuerzas en eliminarlos y concéntrate en los gestos, que son lo que importa. Evita las muecas y los gestos que externalizan tu nerviosismo, como rascarte, tocarte la cara o el pelo, frotarte las manos, removerte incómodo en el asiento, o manosear la ropa o algún objeto. Lo importante es mantener una postura natural (sin moverse demasiado) y una expresión facial positiva.
  • No fuerces tus movimientos: no te muestres demasiado altanero o arrogante, pero tampoco seas sumiso o tímido. Recuerda que te va a entrevistar una persona humana como tú (al menos aún no hay robots en el departamento de Recursos Humanos de ninguna empresa). Muévete mostrando firmeza, con un paso acompasado y seguro, mantén las manos fuera de los bolsillos, y siéntete cómodo dentro de la empresa; piensa que ya eres un empleado más y compórtate como tal.
  • Siéntate bien: ¿recuerdas cuando la maestra o tu madre te reñían por no sentarte bien y no entendías el motivo? Pues ahora sabrás el porqué. Mantenerse erguido ante nuestro interlocutor, con la espalda y los hombros rectos, las manos siempre a la vista (encima de la mesa o de nuestros muslos), inclinado ligeramente en dirección al entrevistador y ocupando toda la silla, es una postura que muestra interés en la conversación y es símbolo de escucha activa.
  • Sostén siempre la mirada del interlocutor: mirar a los ojos a alguien demuestra sinceridad cuando hablas tú, y atención cuando habla el entrevistador. Además, de esta forma se establece una relación de igual a igual, sin prepotencia ni sumisión.
  • Sonríe y sonríe: una persona feliz y sonriente tiene más posibilidades de lograr un puesto de trabajo. Pero eso sí, la sonrisa debe ser sincera, y en esto no puedes engañar a nadie, porque una sonrisa verdadera se refleja en los ojos. Este elemento es clave porque demuestra el estado de positividad y optimismo en el que estás, además de que la felicidad de un empleado repercute positivamente en su rendimiento, lo que hace que los reclutadores presten especial atención a ello.
  • Gesticula cuando hablas: es muy positivo que acompañes tus palabras con pequeños gestos que apoyen el discurso o enfaticen partes de él. También puedes asentir cuando el reclutador hable, así entenderá que estás escuchando sus palabras.
  • Modula tu  voz: las palabras sin entonación no logran transmitir el 100 % de nuestro mensaje, o pueden transmitirlo de forma errónea, por eso, es importante saber cuándo hay que enfatizar o no, cuándo hay que utilizar un tono neutro, y cuándo otro más terminante y decidido. Escoge tus opciones según el mensaje que quieras transmitir, pero no olvides que la monotonía aburre y a nadie le gusta charlar con aburridos. Asegúrate de hablar con un tono de voz medio (ni muy bajo que te haga parecer tímido, inseguro o desconfiado, ni muy alto que te convierta en intimidatorio o prepotente). 
  • Ten presencia: una persona con presencia es aquella que por su forma de ser o de actuar atrae inmediatamente. Esto se logra cuidando la imagen general que causemos cuando nos vean, la seguridad que imprimamos al hablar y la confianza que transmitamos. La forma de andar, la manera en que se da la mano y cómo miramos a nuestro interlocutor para que sienta en ese momento que es el único a quien atendemos, todo eso serán aspectos fundamentales.
  • Practica: la mejor forma de que estas actitudes o gestos formen parte de nuestro forma de comunicar es practicando.
  • Todos estos consejos son fundamentales a la hora de acudir a una entrevista de trabajo, sin embargo, lo más recomendable es ir practicando, aplicándolos poco a poco en nuestro día a día, de forma que cuando estemos ante el entrevistador surjan de forma natural y no forzada, porque cuando intentamos controlar nuestros gestos sin antes haberlos practicado nos despistamos, dejamos de estar en el aquí y ahora. Estamos más pendientes de lo que hace nuestro cuerpo que no de lo que pregunta el entrevistador, lo que hace que perdamos la capacidad analítica, la comunicación con nuestro interlocutor, la atención y la naturalidad en la conversación.  Por eso, lo mejor es preparase bien la entrevista, porque cuando vamos preparados nos sentimos más seguros, lo que hace que toda nuestra comunicación sea más natural.

    La práctica naturaliza los gestos

    En resumen, cuando comunicamos un mensaje no hay que dejar de lado la comunicación no verbal, y en una entrevista de trabajo no hay que olvidar que el mensaje eres tú mismo, y si sientes de verdad los valores y las capacidades que deseas comunicar, tu cuerpo hablará por ti.


    Para más información visite:

    https://elcandidatoidoneo.com/comunicacion-no-verbal-en-la-entrevista/

    http://www.analisisnoverbal.com/comunicacion-no-verbal-entrevista-trabajo/

     

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