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Decubre a Jesús Álvarez Muñoz

ganador del Concurso de Novela Castelldefels 2015

Casimiro Cabrales es el pseudónimo literario de Jesús Álvarez Muñoz, Oviedo 1963, ganador del III Concurso de Novela de Castelldefels 2015. Sin duda es una personalidad única y su obra es el reflejo de las experiencias vividas.

El pescador es una novela policíaca con un estilo brillante capaz de llevar al lector a un viaje en el tiempo hasta  la España de los noventa y el tráfico de drogas entre Marruecos y la Península. Es una novela dura a nivel de contenido, sin intención moralista ni lectiva, es narración en estado puro,  con amagos de historias entrecruzadas que pueden llegar a confundir al lector pero el escritor sabe en todo momento hacia donde dirige la historia, consiguiendo un final perfecto.

Jesús Álvarez Muñoz nació en Oviedo en 1963 se licenció en Filología Hispánica en 1988. Años más tarde estudió en la Escuela Náutico Pesquera de Gijón los títulos de Cabotaje y Patrón de Pesca de Altura al mismo tiempo que estudiaba FP, por las noches, donde obtuvo el título de Técnico instalador de líneas eléctricas.

Después de su licenciatura viajó a Brasil y también vivió en San Diego, California, donde trabajó de camarero en un restaurante chino y corrigiendo un libro escrito por un emigrante español que había hecho fortuna en la bolsa americana.

A pesar de su preparación,  cuando regresó a España no encontró trabajo en Asturias y decidió trasladarse a Ibiza donde vive desde hace veinte años y actualmente es profesor y jefe del Departamento de  Español para Extranjeros en la Escuela Oficial de Idiomas de Ibiza.

Su infancia contada por él mismo

Mi padre era tipógrafo y trabajaba en una imprenta de la familia, y mi madre, aunque la mayor parte de su vida trabajó como enfermera, era maestra. Por todo esto, los libros siempre estuvieron muy presentes en casa de mis padres.

A la edad de diez o doce años, siendo lector de las novelas de Enid Blyton, un amigo de mi padre me regaló una novela maravillosa que me abrió los ojos y percibí que estaba ante Literatura con mayúsculas. La obra en cuestión era "Colmillo Blanco" y su autor un tal Jack London. A partir de ahí empecé a leer con verdadera fruición y la nómina de mis autores favoritos fue engordando: B. Traven, García Márquez, los autores rusos del XIX (Dovstoiesky, Gorki, Tolstoi, etc...), los del Boom hispanoamericano (mención especial para Vargas Llosa), Pío Baroja, Cervantes, Quevedo, Steinbeck, Jorge Amado, Mahfuz, Camus, Mark Twain, ...

Literariamente hablando tengo una carencia muy grande que achaco a la enseñanza en España, y es que no leo poesía. Seguramente se debe a que en el instituto nos obligaban a leer a Góngora y para hincarle el diente a éste y a otros que nos ponían como lectura obligatoria es necesario tener el cerebro lo suficientemente maduro.

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