Origen

La tradición se originó a partir de un estatuto datado en 1432 en la Universidad de Oxford, donde se exigía que cada estudiante diera un sermón en latín como parte de su ejercicio académico. Debido a que las primeras universidades de este país formaron a los ministros de educación británicos, esta práctica continuó a través de los años y se institucionalizó como ceremonia que marca el final de los estudios.

En el siglo XIX los bailes de graduación en el Reino Unido se convirtieron en un evento de gala en el que los jóvenes aristócratas que concluían sus estudios universitarios debutaban con sus nuevas responsabilidades frente a la élite social y se hacía la puesta de largo para conocer a los pretendientes con el fin de contraer matrimonio, previamente acordado por los padres.

A finales de ese siglo la costumbre llegó a Estados Unidos; las universidades de élite de la región nordeste adoptaron esta práctica y esta tendencia tuvo tanto éxito que pronto se extendió por todas las universidades de ese y de otros países.

 Las graduaciones más vistosas y espectaculares son las de final de Bachillerato

El discurso

El discurso de inicio de la ceremonia suele ser realizado por el decano o el director de la escuela, o por un invitado famoso. Algunos de los discursos de graduación más famosos y emotivos son los siguientes:

•  Steve Jobs en la Universidad de Stanford, curso 2005
•  J.K Rowling en la Universidad de Harvard, curso 2008
• Steven Spielberg  en la Universidad de Harvard, curso 2016

En cuanto al discurso de despedida, que es una parte muy importante de la ceremonia de graduación, suele ser realizado por el estudiante de mayor nivel académico o bien por el estudiante elegido por sus compañeros, según las costumbres de cada escuela o universidad. Este discurso se pronuncia para decir adiós al resto de compañeros de clase y agradecer a los profesores su trabajo y dedicación así como para reflexionar sobre los retos a los que se enfrentarán en su siguiente etapa en la vida.

En la actualidad

Hoy en día se celebran fiestas de graduación en todas las etapas educativas: de Infantil a Primaria, de Primaria a Secundaria… Curiosamente las universitarias de final de grado actualmente pasan más desapercibidas. Sin duda, las más vistosas y espectaculares son las fiestas de final de Bachillerato porque se dan todos los componentes para ser un momento excepcional en la vida académica y personal de los estudiantes:

• Se acaba la etapa de estudios bajo el amparo de la familia y posiblemente sea el final de una convivencia de muchos años con los mismos compañeros de pupitre.
• La mayoría de los estudiantes de este ciclo cumplen los 18 años y ya son mayores de edad.
• Significa la entrada en el mundo adulto: primeros trabajos, primeros amores, primeras responsabilidades.

En el principio la celebración era un reconocimiento a los alumnos universitarios más brillantes, así que se les distinguía públicamente por haber alcanzado el nivel de «excelencia académica». Hoy se ha democratizado la celebración, ya no se focaliza tanto en los estudiantes brillantes sino que es una fiesta para todos los alumnos y las familias, un momento de reflexión sobre cómo avanza la vida y de reconocimiento de que cada nuevo curso escolar nos modifica.

Los costes medios de una graduación oscilan de los 400 euros a los 1.000 euros por estudiante

Las fiestas de graduación de los bachilleres bien merecen un plan financiero porque implican un gran desembolso económico para la familia: vestidos de fiesta, cena, viaje…

Los costes medios de una graduación por estudiante oscilan entre los 400 euros y los más de 1.000 euros. El presupuesto de las chicas es mucho más elevado que el de los chicos porque incluye servicios de peluquería, maquillaje e incluso algún retoque de cirugía estética para ese evento. No hay que olvidar que algunas familias también compran vestidos de gala para los progenitores del estudiante ya que las ceremonias son de rigurosa etiqueta para todos los asistentes a la celebración.