Generación Y, generación millennial
Entre el mundo antiguo y el moderno
Poner etiquetas en prendas de ropa o accesorios de moda puede resultar tarea fácil, sin embargo cuando hablamos de etiquetar a toda una generación el trabajo se complica. Concretamente esto es lo que ocurre con los millennials, una generación a medias entre el mundo antiguo y el mundo moderno de la que se estima que conformará un 70 % del mercado laboral en 2025.
De todos modos, pese a la dificultad de etiquetar a los millennials, existen una serie de características que los distinguen de generaciones anteriores: son nativos digitales nacidos durante los años ochenta, albergan fuertes valores sociales y éticos y de alguna manera se sienten hiperhipotecados.
Yo-yo-yo: flexibilidad y autonomía millenlial
Respecto a las otras tres generaciones modernas (X, Z, alfa) los millennials, también conocidos como la generación Y, ha sido la primera digitalmente nativa en incorporarse al mundo laboral. Apuestan firmemente por el desarrollo profesional y la educación continua, prioridades que anteponen al matrimonio o a tener hijos, y se prevé que conformarán un 70 % del mercado laboral en 2025.
En plena revolución digital y con el modelo económico en constante cambio, esta generación destaca por su constante adaptación a los cambios tecnológicos y a los nuevos modelos de negocio. La flexibilidad laboral es una de sus principales demandas, y no es extraño para esta generación trabajar simultáneamente en múltiples empresas.
Hoy día los millennials son una fuerza laboral realmente potente. Se habla de ellos como una generación empática porque un alto porcentaje de estos jóvenes no aceptan trabajar en empresas con las que no se sientan afines éticamente o con las que no compartan valores esenciales. Consideran que primero son las personas, por lo que la ética y los valores morales adquieren importancia en la toma de decisiones, tanto laborales como individuales.
El último informe de 2018 de Deloitte refleja que los millennials se inclinan por empresas que tengan en cuenta la flexibilidad, la autonomía para gestionar el lugar de trabajo.
Educados sin fronteras
La principal prioridad de la generación millennial es la educación, entendida como formación para conseguir logros económicos, una prioridad que anteponen a la de tener hijos o formar matrimonio. Esta característica es especialmente sintomática en España, donde el número de nacimientos se mantiene en continuo descenso, como muestran los últimos datos publicados por el INE.
En comparación con la generación anterior (generación X) los millenials tienen prioridad por sus necesidades individuales, y sus expectativas de trabajo consisten en poder explotar al máximo su potencial. Estar actualizado es básico y esencial, una tarea que se dilata en el tiempo y que llega a suponer un dilema entre las mujeres trabajadoras que deciden ser madres.
Apuestan por los horarios flexibles y la autonomía para gestionar los espacios de trabajo como metodología para optimizar e incrementar el rendimiento laboral, al mismo tiempo que se genera fidelidad y se refuerza la confianza en la empresa. Sin embargo, un estudio ha mostrado que esta generación, si bien enfatiza consolidar vida y trabajo en términos de flexibilidad, no viaja mucho, debido en cierto modo a la inseguridad laboral.
La inseguridad laboral y un mercado financiero cada vez más competitivo, unido al cada vez más complicado acceso a la vivienda (también de alquiler) o a estudios superiores (prestamos estudiantiles), provoca en esta generación un fuerte contraste, ya que tienen que desarrollarse por debajo de sus posibilidades dentro de una economía madura y asentada, por lo que el multitrabajo se ha convertido en una verdadera alternativa.
Más información:
- Investigación del BBVA: La paradoja de la generación del milenio
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