Inicio Educación Los idiomas más difíciles del mundo

Los idiomas más difíciles del mundo

requieren más de 2200 horas de aprendizaje

Los idiomas que más se tarda en aprender

El Instituto de Servicio Exterior de Estados Unidos (FSI por sus siglas en inglés) ha creado un ranking con los idiomas que más cuesta aprender como segundo idioma, estimando el número de horas de aprendizaje que implicaría para un angloparlante.  Esta lista sitúa en el más alto nivel de dificultad (2200 horas de aprendizaje) el árabe, el chino cantonés, el chino mandarín, el japonés y el coreano.

El árabe, con su complicada gramática, sus tres niveles de pluralidad y un gran número de variaciones regionales, se convierte en el primer idioma más difícil de aprender.

"El árabe, el chino, el japonés y el coreano lideran el ranquin de los idiomas más difíciles de aprender"

El Chino, a pesar de ser el idioma más hablado del mundo y año tras año va teniendo más importancia, tiene la misma dificultad que el primero, porque posee una gran cantidad de variedades regionales y 4 tonos que son complicados de diferenciar.

A su vez, el Japonés contiene más de 10 000 caracteres, su estructura es jerárquica y tiene dos alfabetos fonéticos con 50 sonidos diferentes cada uno. Por esa razón, ocupa el tercer lugar del ranquin, aunque los expertos han destacado la especial dificultad de este idioma por encima del resto.

¿Cómo determinar la dificultad de un idioma?

Usualmente, la proximidad de un idioma a la lengua propia es el factor más importante para decidir qué tan fácil, o no, es aprender cierto idioma extranjero. Si nuestra lengua materna está dentro de la misma familia que la lengua que tratamos de aprender, no nos resultará complicada. Por ejemplo, para un estudiante de idiomas coreano o japonés, aprender chino mandarín será mucho más fácil que para un hispanohablante. En cambio, para un hispanohablante, el idioma francés es el más fácil de aprender.

La dificultad de un idioma se determina también por la escritura, puesto que hay lenguas con un alfabeto nada parecido al latino. La fonética y la entonación pueden añadir también más dificultad, como es en el caso del chino, que tiene cuatro formas de pronunciar cada palabra. A su vez, la construcción de oraciones o gramática varía en cada idioma, un ejemplo es el caso del árabe, que dependiendo de donde se sitúa una palabra, puede tener un significado u otro.

Ventajas del bilingüismo

La mayoría de los estudios realizados sobre el bilingüismo muestran cómo los estudiantes bilingües tienen un mayor conocimiento explícito sobre la estructura y las funciones del lenguaje. Una posible explicación del profesor Jim Cummins a estos hallazgos radica en que el niño que aprende dos o más lenguas debe descifrar mucho más el input lingüístico que recibe, que el niño que ha sido expuesto a solo un sistema lingüístico. Así, el estudiante bilingüe ha tenido mucha más práctica analizando significados que los niños monolingües.

Cummins describió las ventajas cognitivas del aprendizaje de dos o más lenguas mostrando la transferencia que ocurre en el cerebro durante el proceso de aprendizaje de las mismas. Según él, los contenidos y habilidades aprendidos en una lengua se transfieren a la otra de manera que ambas lenguas se potencian en una dinámica permanente.

Del mismo modo, varios estudios acerca de los programas de enseñanza de lenguas en instituciones educativas, han mostrado que su uso favorece el avance en las habilidades superiores de pensamiento en los estudiantes, tales como análisis, síntesis y transferencia de conocimientos.

Por ese motivo, se concluye que el bilingüismo, plurilingüismo o multilingüismo puede afectar positivamente al rendimiento de los alumnos, siempre y cuando se siga un programa de enseñanza acorde con la edad y el nivel educativo de los estudiantes.

 

 

Sin Comentarios

Escribe un comentario

Tu correo electrónico no se publicará