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Internet no es inclusiva

Accesibilidad a la web, una materia pendiente

Si el año 2020 nos ha dejado algo claro es que los productos digitales están copando el mercado. En el mundo del libro llevan años notándolo, y desde entonces no han dejado de buscar formas de converger, adaptarse o reinventarse. No obstante, a medida que el mundo asume la realidad y se sube al tren de lo digital, en el camino van apareciendo barreras de accesibilidad que dejan atrás no solo a muchos lectores y usuarios, sino también a creadores y autores de contenido. 

En sus orígenes, internet apareció para ser de todos y para todos, sin limitaciones de acceso, como defendía su creador, Tim Berners-Lee. Sin embargo, a medida que esta se expande aparecen nuevos formatos, estilos y diseños, muchos de ellos inaccesibles para parte de la población. Los expertos coinciden en que la clave está en seguir a rajatabla los estándares de accesibilidad propuestos por W3C (World Wide Web Consortium), consorcio internacional que genera recomendaciones y estándares que aseguran el crecimiento de la World Wide Web a largo plazo.​

“Accesibilidad son todas las medidas que no excluyen a usuarios y a creadores de contenido sin importar el tipo de diversidad funcional”

Cuando hablamos de accesibilidad nos referimos al hecho de tener facilidad para acceder a algo, en este caso a internet. Si bien esta es una definición aceptada por las academias de la lengua, profesionales y expertos en accesibilidad van más allá en sus definiciones.

Le preguntamos a Vicent Sanchis, doctor en Ciencias de la Visión y Optometría, desarrollador de aplicaciones web y consultor en accesibilidad a la web, y opina que la accesibilidad es una filosofía que hace referencia a todas aquellas medidas que se adoptan para no excluir a ninguna persona con algún tipo de diversidad funcional.  

Jesús Pavón Abián, desarrollador web y consultor de accesibilidad de la empresa Ilunion, nos explica que existen varios grados de accesibilidad dependiendo de las circunstancias y particularidades de cada persona, por lo cual el objetivo que debe perseguir cualquier desarrollador web es el de diseñar plataformas accesibles al mayor número de personas posibles, tanto con discapacidad como sin ella. De hecho, según remarca, los criterios de accesibilidad de W3C se dividen en tres ejes:

  • Criterio A, que garantiza un acceso mínimo a la web.
  • Doble A, que abarca más perfiles de usuarios en cuestiones de accesibilidad y es el que suele pedir España en sus leyes de accesibilidad para la administración pública.
  • Triple A, que garantiza la accesibilidad absoluta y completa, algo muy difícil de conseguir.

“El reto es diseñar plataformas accesibles al mayor número de personas posibles, tanto con discapacidad como sin ella”

Así pues, las barreras de accesibilidad a la web son todo aquello que limita el acceso a una persona por su condición o por determinada circunstancia. Tal como nos comenta Vicent Sanchis, las barreras de accesibilidad dependen del tipo de diversidad. Por ejemplo, en el caso de personas con problemas visuales una barrera podría ser que no haya texto alternativo de descripción en las imágenes. Pero esta no es solo una barrera para estas personas, también podría serlo para personas que navegan con conexión limitada y que tienen desactivada la carga de imágenes. Por tanto, tener una buena estructura es crucial, ya que como nos cuenta Jesús Pavón, «hay personas con otras necesidades especiales que utilizan, por ejemplo, el control de voz. Imagínate que cuando entran a una página web cada vez que aparece un enlace les pone “pulsa aquí”, así acceder a un enlace en concreto es complicado por no decir imposible, pues todos los enlaces se llaman “pulsa aquí” y con el control de voz es tarea complicada distinguir entre tantos enlaces con nombre similar. Visualmente se entiende, pero sin la visión no, tanto si utilizas lector de pantalla como control de voz». 

Experiencias de creadores de contenido con discapacidad

El escritor mexicano Emmanuel Meraz nos comenta que en su experiencia de publicación como creador de contenidos invidente se ha topado con varias barreras de accesibilidad, las cuales ha sorteado haciendo malabares entre la plataforma web y la aplicación. «Por ejemplo: en Wattpad, plataforma de lectura y escritura online, es muy complicado porque tengo que hacer un proceso largo desde la página web y luego adecuarlo en la aplicación móvil. Son muchos los pasos que hay que hacer para poder publicarlo. Al principio ingresaba desde la aplicación, no obstante, al ver que era inaccesible para publicar, entonces accedí desde el sitio web, y lo que hago es crear todos los capítulos que quiero publicar y los dejo como borrador para más adelante ir añadiendo el texto a publicar», nos explica. En el caso de Amazon le sucede lo mismo: «a menudo necesito la ayuda de alguien para poder hacer clic en algunas partes que me indica», nos cuenta.

La escritora venezolana Lehna Rojas, también invidente, se encuentra con el mismo problema en Wattpad: «solo tengo un relato publicado en esta plataforma precisamente por el tema de la accesibilidad», nos cuenta. «Accedo desde el navegador del escritorio, y se complica porque la interfaz es incómoda. Además, si vas a insertar imágenes no puedes añadir texto alternativo, y al colocar el texto toma el formato desde donde lo exportas y modificarlo es complicado», añade.

Cumplir con los estándares de accesibilidad no implica sacrificar el diseño

Lektu es otra de las plataformas de publicación de libros en digital que suspende en accesibilidad. Lehna Rojas nos comenta que «cuando empiezas a crear un nuevo proyecto hay partes del formulario que no se insertan correctamente ya que va con Java Script. Cuesta mucho finalizar el formulario con lector de pantalla. El resto se puede manejar. No es una plataforma demasiado intuitiva, pero he conseguido publicar sola sin apoyo. También podrían mejorar el tema de los comentarios, ya que a la hora de valorar con las estrellas el lector de pantalla no identifica las estrellas y eso se debe a que no tienen texto alternativo. Una solución podría ser poner por separado las estrellas». La escritora Patricia Carrascal también se ha encontrado con las mismas barreras de accesibilidad a la hora de publicar su primer relato en Lektu, y en su caso, según nos cuenta, tuvieron que echarle una mano para subir el archivo los propios administradores de la plataforma.

Tener una página web accesible es una ventaja para posicionarse y permite ganar clientes

Cumplir con los estándares de accesibilidad no implica sacrificar el diseño, «afirmar lo contrario es un mito» según los consultores de accesibilidad Jesús Pavón y Vicent Sanchis. De hecho, más que inconvenientes, tener una página web accesible lo que nos aporta son beneficios y cierta ventaja por encima de nuestra competencia. Jesús Pavón nos explica que «el usuario ciego más famoso de la red es Google, y siendo el buscador más usado, tener una página web más accesible te da más posibilidades de posicionarte en él, ya que la accesibilidad da experiencia de usuario y Google subirá antes una página web que está bien estructurada que una que está hecha un desastre. Y si los enlaces y títulos, por ejemplo, están bien hechos, ganas en accesibilidad pero también en indexación». Al respecto, Vicent Sanchis remarca que «hacer las páginas web más accesibles aporta beneficio económico, ya que cuando esta no es accesible pierdes muchos clientes, lo que se ha demostrado en el caso de algunas compañías».

“El usuario ciego más famoso de la red es Google, y siendo el buscador más usado, tener una página web más accesible te da más posibilidades de posicionarte en él”

No cabe duda de que a lo largo de estas dos décadas hemos avanzado mucho en términos de accesibilidad, sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer en opinión de los entrevistados. Jesús Pavón Abián considera que al menos en España «falta formación y faltan conocimientos. En las carreras y grados superiores o universitarios la accesibilidad se toca de refilón, y eso se debe a la falta de interés. Habría que formar más a la gente y enseñar a desarrollar de forma accesible. Es importante cambiar esto desde las leyes educativas, los currículos académicos, desde las escuelas, institutos y universidades. Hay que enseñar a crear productos digitales accesibles, no es suficiente con hacerles memorizar los criterios de accesibilidad a los alumnos». 

“Falta formación y faltan conocimientos. En las carreras y grados superiores o universitarios la accesibilidad se toca de refilón”

Por otra parte, la escritora Lehna Rojas critica la falta de universalidad del enfoque actual de la accesibilidad a la web: «creo que a menudo se enfoca bastante en la ceguera, pero también hay personas con dislexia, con capacidades motrices diferentes y otras diversidades a las que también hay que tener en cuenta. Además, la accesibilidad no solo es para personas con discapacidad, una persona mayor sin limitaciones sensoriales también puede encontrarse con barreras. Haría falta un poco más de universalidad en el enfoque. Barreras de accesibilidad son todas aquellas relacionadas con la calidad de acceso a los contenidos con una conexión limitada, como por ejemplo en mi país, Venezuela, donde no se pueden hacer videollamadas porque si no se cae la web».

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