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Desequilibrio nutricional en los menús escolares

Faltan legumbres, huevos y fruta; sobra pasta, arroz y platos precocinados

En nuestra sociedad, la comida del mediodía se considera la ración principal del día, y para los estudiantes los comedores escolares desempeñan un papel esencial en la provisión de esta comida. No obstante, la relevancia de los menús escolares va mucho más allá de satisfacer el apetito de los niños y adolescentes. Los alimentos servidos en estos comedores son cruciales desde un punto de vista cuantitativo, cualitativo y formativo. Según las recomendaciones oficiales el almuerzo en los comedores escolares debe proporcionar al menos el 35 % de las necesidades energéticas diarias de los alumnos, de aquí la importancia de que las comidas escolares sean equilibradas y nutritivas para garantizar un desarrollo saludable en esta etapa crucial.

Sin embargo, un estudio reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha revelado resultados preocupantes sobre los menús en los comedores escolares de España al concluir que ninguno de los 622 menús escolares analizados cumple con las recomendaciones del documento consensuado entre la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el Ministerio de Educación y las distintas consejerías autonómicas de Sanidad y Educación. Este estudio advierte que en el caso de los colegios que no disponen de cocina propia hasta el 45 % de los menús analizados son muy desequilibrados: «ni siquiera cumplen las recomendaciones de consumo semanal para la mitad de los ocho grupos de alimentos principales», aseguran.

El 55 % de los menús son elaborados por empresas de catering

Tan solo el 33 % de los colegios disponen de cocina propia, por lo que el 55 % de los menús son elaborados por empresas de catering, que cocinan multitud de menús para diferentes centros que transportan a los comedores de forma envasada y refrigerada para calentar posteriormente en el comedor. Esta modalidad se denomina platos fríos y a ella optan 7 de cada 10 comedores, mientras que 3 de cada 10 recurren a los platos calientes, que llegan el mismo día que se van a consumir.

¿Qué comen los niños en el colegio, y qué deberían comer?

La nutrición adecuada en la etapa escolar es esencial, ya que los niños y adolescentes están experimentando un rápido crecimiento y desarrollo físico y mental. Los menús escolares no solo deben saciar el hambre, sino también proporcionar una nutrición equilibrada que apoye su desarrollo y aprendizaje. Pero la realidad es diferente: tras la encuesta la OCU ha concluido que hay una escasez de legumbres, huevos y frutas en todos los menús, mientras que se detecta un exceso de hidratos de carbono  (generalmente pasta, arroz y patata), además de los platos precocinados que, aunque gustan mucho a los niños, no es muy recomendable para ellos habituarse a su consumo.

Gráfico que compara la porción que consumen y la que deberían consumir los niños

Fuente: elaboración propia con datos de la OCU.

La dieta escolar ideal debe incluir alimentos ricos en hidratos de carbono, legumbres un par de veces por semana, frutas a diario, verduras, carnes magras y pescado alternándose en los platos principales, y huevos.

Demasiado arroz, pasta y patatas

No obstante, en la actualidad se están dando más raciones de hidratos de carbono. Las recomendaciones nutricionales sobre arroz, pasta y patatas apuntan a entre 2,5 y 3 raciones semanales, pero de media se están dando un poco por encima, unas 3 veces a la semana, mientras que el consumo de legumbres es escaso, no llega al mínimo recomendado de 1,5 veces por semana.

La verdura, que debe ser complementaria a los hidratos de carbono, se está dando en porciones casi adecuadas (2,45 raciones semanales frente a las 2,5 recomendadas), pero la forma de elaborar los platos no es la ideal según la OCU: «solo el 11 % de la verdura de los menús se cocina entera, la mayoría se presenta en puré o en ensaladas como guarnición (que a menudo los niños se dejan en el plato). Se echan en falta preparaciones de verdura clásicas: judías verdes, menestra, coliflor…», se subraya en el informe. La presencia de verdura en la dieta de los escolares es fundamental, ya que proporciona vitaminas, minerales y fibra: «el comedor escolar es el lugar indicado para crear buenos hábitos», recuerdan.

El huevo es el eterno ausente, no comen ni uno a la semana

Otro alimento demasiado presente (0,55 raciones a la semana) son los precocinados, como las croquetas o las empanadillas, platos bien recibidos por los escolares, pero con una calidad nutricional baja y que sustituye a otros alimentos proteicos más nutritivos, como los huevos o el pescado azul. Debería incrementarse la presencia de huevos, como mínimo una vez por semana, y reducir la de precocinados, como máximo una vez cada dos semanas. El consumo de huevos no alcanza ni siquiera el mínimo establecido de una vez por semana.

Como señala la OCU en su informe, la carne, junto al pescado y los huevos, constituye la fuente proteica de la dieta de los escolares, de allí su importancia. Si bien es adecuado el consumo de carne (entre una y dos raciones a la semana), habría que vigilar que el embutido (salchichas, chorizo, etc.), que supone el 15 %, sea solo ocasional por su elevado porcentaje de grasa y sal. La OCU recomienda apostar por las carnes más magras y por el pescado, alimento también en el que debería haber más variedad. Los niños comen demasiado pescado blanco y poco pescado azul que proporciona omega 3 (solo el 22 %). Debería repartirse la ingesta entre blanco y azul a partes iguales.

Los niños toman fruta solamente 3 veces a la semana cuando debería ser a diario, y normalmente es pera, plátano o manzana

Para el postre, lo ideal es tomar fruta fresca a diario. Se debería optar siempre por frutas de temporada e ir alternando entre unas y otras. En la práctica, los niños comen fruta unas 3,75 veces por semana, no a diario. Además, la variedad sigue siendo una asignatura pendiente: básicamente toman plátanos, manzanas y peras. En contrapartida, esa carencia de fruta se suple con un exceso de postres lácteos, sobre todo yogur azucarado: lo recomendable es un postre lácteo por semana en el menú escolar, pero de media se toman 1,4 veces.

El estudio de la OCU basa su valoración en el número de raciones recomendadas por la Guía de comedores escolares del programa Perseo de 2008, el documento de consenso sobre la alimentación en centros educativos aprobado en 2010 por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, los indicadores de la Estrategia NAOS de 2011, y sus criterios propios.

El comedor es uno de los gastos más fuertes que asumen las familias a lo largo del curso académico; su precio medio en los centros públicos es de 96 € mensuales, y aun así la calidad deja mucho que desear. Algo alarmante si tenemos en cuenta la preocupante tasa de sobrepeso y obesidad infantil en España, que es del 40 %.

La nutrición escolar es una inversión en la salud y el bienestar de las generaciones futuras

Por ello, además de una dieta equilibrada en los comedores escolares, es fundamental promover hábitos de vida saludables en los espacios de mediodía, que incluyan la práctica deportiva. La educación nutricional y la actividad física deben ser prioridades en la formación de nuestros niños y niñas para asegurar un futuro más saludable. Estudios como el publicado por la OCU nos recuerdan que la nutrición escolar es una inversión en la salud y el bienestar de las generaciones futuras.

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