Asesinatos y amenazas a profesores en Colombia
Un fenómeno social de extrema gravedad
A la labor docente en Colombia se le ha aparecido un enemigo antagónico, la guerra. El número de maestros asesinados suman más de 1.000 víctimas desde 1977, una cifra alarmante que no deja de crecer. Sindicatos y medios condenan una situación política que afecta directamente a la enseñanza y ponen de manifiesto que la violencia contra los profesores en Colombia es un fenómeno social de tremenda gravedad.
Según el comunicado de prensa de Fecode, Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, "en lo que va del año 2018, el número de docentes asesinados, en particular por su compromiso social y sindical, está registrando un incremento preocupante."
El boletín de prensa de la Federación también subraya las deficiencias en el sistema educativo a nivel de transporte y salud, pero reincide en reiterar la importancia del alarmante aumento de amenazas contra los maestros, quienes son "víctimas de extorsiones, persecución por su ideología, coacciones por su labor social y pedagógica, y de señalamientos por ejercer la actividad sindical."
Según los datos que proporciona Fecode la situación es alarmante: Más de 1.000 docentes asesinados y más de 10.000 amenazados entre los años 1977- 2015, a los que se suman los 6 casos de asesinato registrados en 2017. Una cifra que tal como expone la Federación "no representa el total de los profesores asesinados, ya que la base de datos que tiene Fecode solamente registra los delitos en contra de docentes sindicalizados."
Este estado de miedo no solo se da en localizaciones donde los conflictos armados ya forman parte de la realidad. También en las grandes ciudades, si bien la extrema violencia ejerce menos intensidad, la coyuntura a la que los docentes deben enfrentarse día a día no es menos peligrosa. Algunas organizaciones como el Concejo de Bogotá, corporación político administrativa de marcada autoridad política y administrativa, sostienen que las principales causas de agresión y amenazas a los profesores son:
- Estudiantes que reclaman por haber sido presuntamente mal evaluados.
- Pérdida de asignaturas.
- Problemas de convivencia o de disciplina de estudiantes.
- Denuncias de consumo o porte de alucinógenos.
- Intervención en enfrentamientos entre pandillas donde hay estudiantes.
- Atracos en entornos escolares.
La respuesta a la violencia y las amenazas se presenta complicada cuando por parte de las organizaciones de maestros y profesores la única arma posible es la educación, pero su reclamo es claro: "Declarar la escuela territorio de paz es ahora una urgencia." (Fecode)
El 25 de julio de 2018 no hubo clase en Colombia. El Magisterio colombiano convocó un día de Paro Nacional llevando a cabo concentraciones y marchas en Bogotá, Medillín, Cartagena, Cali y Bucaramanga. Esta no era la primera vez que el gremio salía a la calle en busca de soluciones para lo que sin duda se ha convertido en un problema de extrema gravedad.
Más información:
- Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación
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